domingo, 19 de febrero de 2017

HISTORIA DE LOS ROBOTS TRANSFORMABLES, TERCERA PARTE

La década de los setenta fue testigo del auge de los robots gigantes y el nacimiento de los primeros “mechas” con transformaciones cada vez más complejas, por fin, los años ochenta llegaron y esta década traería un verdadero boom tanto en producciones para el cine y la televisión como en mercadería asociada como son las figuras de acción.



LA ETAPA DE TRANSICIÓN:
A inicios de los ochentas aun había una buena cantidad de coloridos Súper Robots que eran herederos de las series de la década anterior, las series de robots combinables parecían las dominadoras, un ejemplo notable era sin duda Uchū Taitei Goddo Shiguma o simplemente God Sigma, Emperador del Espacio del año 1980 y que marcaría la pauta por ser una de las primeras series de Anime en durar cuatro temporadas de 50 episodios, algo raro para la época y por presentarnos por primera vez a un combiner producto de la unión de tres robots humanoides en lugar de vehículos mecanizados.

God Sigma, Emperador del Espacio mostró al primer robot gigante resultado de la combinación de tres robots humanoides, algo innovador a inicio de los ochenta.

Op. de God Sigma

Otros robots combinables de inicios de los ochentas fueron Hyaku Jūō Goraion o Beast King GoLion del año 1981 y Kikō Kantai Dairagā Fifutīn, "XV" o La Tropa Armada Dairugger XV en buen cristiano del año 1982, si bien ambas series argumentalmente no se relacionan en lo absoluto salvo el hecho de que los personajes pilotean vehículos que se combinan en un robot gigante, en 1984 la productora americana World Event Productions le adquiriría las dos series mencionadas a la Toei Animation para, mediante la magia de la edición y la re escritura del guion entregarnos Voltron, Defensor del Universo que en el Perú tuvimos la oportunidad de ver en su totalidad, los productores de Voltron tratarían de expandir el universo de esta serie, léase tratar de vender más figuras de acción mediante la ya conocida Ley del menor esfuerzo; después de todo, ya les había dado resultado y planeaban una tercera serie de Voltron llamada Gladiator Voltron, Voltron of the Middle Universe; Voltron II para lo cual echarían mano de la serie Albegas (de la cual hablamos en la entrega anterior) a tal punto que la compañía Matchbox ya había lanzado al mercado juguetes de los tres robots que formaban a Albegas, pero afortunadamente la serie no vio la luz debido al poco éxito que tuvo la segunda serie de Voltron, la que usaba el metraje de Armored Fleet Dairugger XV, afortunadamente, en la actualidad Voltron goza de un nuevo aire al haber sido reactualizada con una producción conjunta entre la cadena Netflix y Dreamorks, con una impecable manufactura y que en la actualidad va por su segunda temporada.
King GoLion ubicaba a las audiencias en (aquel entonces) lejano futuro del año 1999

King GoLion intro

Dairugger XV llevó el concepto del mecha transformable un paso más allá, mostrando un robot gigante que se transformaba, no en base al clásico equipo de tres pilotos, sino a tres equipos compuestos de cinco miembros cada uno.

Dairugger XV intro

Intro de Voltron, Defensor del Universo utilizando el pietaje de King GoLion

Intro de la segunda temporada de Voltron, utilizando en gran parte escenas del op. de Dairugger XV

Sin embargo, en los ochentas hubieron varios intentos para consolidar el dramático género del “Real Robot” cuya primera piedra fue puesta por la serie Mobile Suit Gundam, a esta serie le siguió Densetsu Kyojin Ideon o Ideon el Gigante del año 1980, serie creada por Yoshiyuki Tomino quien se encargó de este proyecto ni bien acabó con Mobile Suit Gundam y aquí estamos ante un antecedente directo de una serie de robots gigantes que marcó un hito en el Japón, nos referimos a Neon Genesis Evangelion debido a que Ideon nos mostró por primera vez un final de serie presentado en dos películas y al igual que la serie de Hideaki Anno, Ideon mostraba una trama oscura y muy retorcida en varios tramos con un trágico final que dejaría a más de uno con la boca abierta y que continuaría sentando las bases para lo que vendría a ser el Space Opera en el anime.

Ideon, la ópera espacial cargada de dramatismo y muertes por doquier en toda su expresión, al ver esta serie, prohibido encariñarse con los personajes.

Op. de Ideon

Pero si Ideon contribuyó en cimentar al Space Opera en el mundillo el anime, otra serie se convertiría en el predecesor de la ciencia ficción militar, nos referimos a Taiyō no Kiba Daguramu o el Colmillo del Sol Dougram del año 1981 y que contaría con nada menos que 75 episodios en el que nos mostraban a un grupo guerrillero que debía liberar al Planeta Deloyer de la Federación Terrestre valiéndose para ello de un prototipo de robot de combate, esta serie siguió las premisas presentadas por Mobile Suit Gundam e inclusive tuvo al mismo diseñador mecánico Kunio Okawara, a pesar de su narrativa lenta en varios episodios producto de los muchos tecnicismos militares que usaban, esta serie se convirtió en un éxito inmediato en el Japón y si bien es poco conocido fuera de las fronteras del país asiático en algunos países de Europa cuenta con una fuerte base de seguidores.
Junto con las dos series antes mencionadas, el famoso triunvirato de la Sunrise se completaría con Sentō Meka Zabunguru o Xabungle del año 1982 que contaría con 50 episodios dirigidos por nadie menos que Yoshiyuki Tomino. Al ver el vídeo del intro, si notan algo familiar con los mechas es porque los juguetes inspirados en los dos mechas principales de la serie fueron comercializados en los ochentas en Lima, claro, en versiones pirata, o como les dicen hoy en día KO.

Dougram, un anime que sería la delicia para cualquier militar


Op. de Dougram, anime cuyo argumento bebe bastante de la película "La Batalla de Argel". 


Xabungle, Tomino vuelve al ataque

Intro de Xabungle


Sin llegar a transmitirse en el Perú y siendo un anime poco conocido inclusive en la actualidad, las figuras de acción de Xabungle fueron bien populares ya que se vendían como pan caliente en las puertas de los colegios, en mercadilos y en tiendas de importación, hoy en día son toda una rareza

MACROSS EL FENÓMENO:
Si bien las series mencionadas en el párrafo anterior tuvieron algo de éxito, palidecerían ante la acogida que tendría la serie Chōjikū Yōsai Makurosu, o Fortaleza Superdimensional Macross o simplemente Macross, cuyo estreno el 03 de octubre de 1982 marcaría un hito en la historia del anime ya que logró combinar los elementos básicos del space opera como el drama humano, el romance, los diseños mecánicos realistas de Shoji Kawamori, y elementos de actualidad como la música pop, todo esto combinado con una narración que fue del agrado de las audiencias jóvenes y de los fans de la vieja escuela que estaban esperando una serie a la altura del original Gundam pero sin demasiada carga argumental como las series del triunvirato de Sunrise.
El éxito de Macross fue tal que el diseño de la nave transformable Valkyrie impuso un nuevo estándar para la perfecta transformación que los diseñadores mecánicos estuvieron buscando y que se viera perfecto tanto en su modo robot como vehicular.

Macross, la cual conoceríamos en nuestros lares gracias al arroz con mango llamado Robotech

Remozada versión del intro de Macross para la edición en Bluray del año 2012

Macross cruzaría el Pacífico de la mano de un tal Carl Macek quien, esto ya es historia bastante conocida, llevaría la serie de Shoji Kawamori a los EEUU ya que la veía como un éxito potencial para la chibolada gringa; léase, la serie podía servir para vender mercadería a granel, pero Macek con su productora Harmony Gold encontraría muchos baches al momento de querer transmitir Macross en la televisión americana ya que por aquel entonces para tener sindicación; es decir, cinco emisiones diarias, era un estándar que la serie tuviera un mínimo de 65 episodios, Macross tenía sólo 36 por lo que a Macek se le prendió el foco y haciendo gala de lo que por estos lares llamamos “Talento criollo” decidió adquirirle a la compañía Tatsunoko dos series más, nos referimos a Kikō Sōseiki Mosupīda o Genesis Climber Mospeada de 1983, y Chōjikū Kidan Sazan Kurosu del año 1984, más conocida como Southern Cross, tres series que no tenían ninguna relación la una con la otra pero que gracias a la magia de reescribir guiones (Sin duda el éxito de Voltron sirvió e inspiración) llegó a los EEUU bajo el nombre de ROBOTECH, serie televisiva que se estrenaría en 1985 y que en Latinoamérica se convertiría en un Boom, y es que, si bien muchos fans de esa serie con el tiempo se enteraron que originalmente vieron Macross con varios cambios argumentales, e inclusive llegaron a odiar a Robotech y al propio Macek, hay que reconocer que sin el sancochado que nos entregó el pobre Macek muchos de ustedes no estarían leyendo estas líneas ni yo estaría escribiéndolas.
Volviendo con Macross, la línea de juguetes basados en esa serie resultarían ser muy populares en Japón y serían los que meterían el bicho de la fiebre por los robots transformables desde 1982 a la fecha.

Intro de Robotech, la serie que haría que muchos que fuimos chiquillos en los ochentas nos metiéramos de lleno al mundo del anime.

Los juguetes basados en lo mechas de Macross sentarían la base de lo que hasta nuestros días es la industria de los robots transformables, si bien Hasbro basó su línea de juguetes transformers casi en su totalidad con los modelos de Diaclone y Microchange, lograría meter a un Valkyrie Fighter para convertirlo en Starfire, o Jetfire.

Intro de Genesis Climber Mospeada

Op de Southern Cross que junto con Mospeada y Macross se convertirían en la serie Robotech

Al finalizar el artículo anterior prometí que ya empezaría a hablar sobre los Transformers tal cual los conocemos e inclusive los Gobots pero como verán, al entrar en los ochentas las series de robots gigantes y transformables fueron pan de cada día, por lo que para no extender demasiado esta entrega prometo publicar la siguiente casi de inmediato, no quiero despedirme sin agradecer a todas las personas que a través del Facebook se tomaron la molestia de comentar y compartir el artículo en sus respectivos muros o comunas, sus comentarios, sugerencias y felicitaciones no hacen nada más que animarme a seguir escribiendo, para todos ellos va dedicada esta y las próximas entradas.

Continuará…

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