La década de los setenta fue testigo del auge
de los robots gigantes y el nacimiento de los primeros “mechas” con
transformaciones cada vez más complejas, por fin, los años ochenta llegaron y
esta década traería un verdadero boom tanto en producciones para el cine y la
televisión como en mercadería asociada como son las figuras de acción.
LA
ETAPA DE TRANSICIÓN:
A inicios de los ochentas aun había una buena
cantidad de coloridos Súper Robots que eran herederos de las series de la
década anterior, las series de robots combinables parecían las dominadoras, un ejemplo notable era sin duda Uchū Taitei Goddo
Shiguma o simplemente God Sigma, Emperador del Espacio del año 1980 y que
marcaría la pauta por ser una de las primeras series de Anime en durar cuatro
temporadas de 50 episodios, algo raro para la época y por presentarnos por
primera vez a un combiner producto de la unión de tres robots humanoides en
lugar de vehículos mecanizados.
God Sigma, Emperador del Espacio mostró al primer robot gigante resultado de la combinación de tres robots humanoides, algo innovador a inicio de los ochenta.
Op. de God Sigma
Otros robots combinables de inicios de los
ochentas fueron Hyaku Jūō Goraion o Beast King GoLion del año 1981 y Kikō
Kantai Dairagā Fifutīn, "XV" o La Tropa Armada Dairugger XV en buen
cristiano del año 1982, si bien ambas series argumentalmente no se relacionan
en lo absoluto salvo el hecho de que los personajes pilotean vehículos que se
combinan en un robot gigante, en 1984 la productora americana World Event
Productions le adquiriría las dos series mencionadas a la Toei Animation para, mediante la magia de la edición y la re escritura del guion entregarnos
Voltron, Defensor del Universo que en el Perú tuvimos la oportunidad de ver en
su totalidad, los productores de Voltron tratarían de expandir el universo de
esta serie, léase tratar de vender más figuras de acción mediante la ya
conocida Ley del menor esfuerzo; después de todo, ya les había dado resultado y
planeaban una tercera serie de Voltron llamada Gladiator Voltron, Voltron of
the Middle Universe; Voltron II para lo cual echarían mano de la serie Albegas
(de la cual hablamos en la entrega anterior) a tal punto que la compañía
Matchbox ya había lanzado al mercado juguetes de los tres robots que formaban a
Albegas, pero afortunadamente la serie no vio la luz debido al poco éxito que
tuvo la segunda serie de Voltron, la que usaba el metraje de Armored Fleet Dairugger
XV, afortunadamente, en la actualidad Voltron goza de un nuevo aire al haber
sido reactualizada con una producción conjunta entre la cadena Netflix y
Dreamorks, con una impecable manufactura y que en la actualidad va por
su segunda temporada.
King GoLion ubicaba a las audiencias en (aquel entonces) lejano futuro del año 1999
King GoLion intro
Dairugger XV llevó el concepto del mecha transformable un paso más allá, mostrando un robot gigante que se transformaba, no en base al clásico equipo de tres pilotos, sino a tres equipos compuestos de cinco miembros cada uno.
Dairugger XV intro
Intro de Voltron, Defensor del Universo utilizando el pietaje de King GoLion
Intro de la segunda temporada de Voltron, utilizando en gran parte escenas del op. de Dairugger XV
Sin embargo, en los ochentas hubieron varios
intentos para consolidar el dramático género del “Real Robot” cuya primera
piedra fue puesta por la serie Mobile Suit Gundam, a esta serie le siguió Densetsu
Kyojin Ideon o Ideon el Gigante del año 1980, serie creada por Yoshiyuki Tomino
quien se encargó de este proyecto ni bien acabó con Mobile Suit Gundam y aquí
estamos ante un antecedente directo de una serie de robots gigantes que marcó
un hito en el Japón, nos referimos a Neon Genesis Evangelion debido a que Ideon
nos mostró por primera vez un final de serie presentado en dos películas y al
igual que la serie de Hideaki Anno, Ideon mostraba una trama oscura y muy
retorcida en varios tramos con un trágico final que dejaría a más de uno con la
boca abierta y que continuaría sentando las bases para lo que vendría a ser el
Space Opera en el anime.
Ideon, la ópera espacial cargada de dramatismo y muertes por doquier en toda su expresión, al ver esta serie, prohibido encariñarse con los personajes.
Op. de Ideon
Pero si Ideon contribuyó en cimentar al Space
Opera en el mundillo el anime, otra serie se convertiría en el predecesor de la
ciencia ficción militar, nos referimos a Taiyō no Kiba Daguramu o el Colmillo
del Sol Dougram del año 1981 y que contaría con nada menos que 75 episodios en el que nos
mostraban a un grupo guerrillero que debía liberar al Planeta Deloyer de la
Federación Terrestre valiéndose para ello de un prototipo de robot de combate, esta serie
siguió las premisas presentadas por Mobile Suit Gundam e inclusive tuvo al
mismo diseñador mecánico Kunio Okawara, a pesar de su narrativa lenta en varios
episodios producto de los muchos tecnicismos militares que usaban, esta serie se
convirtió en un éxito inmediato en el Japón y si bien es poco conocido fuera de
las fronteras del país asiático en algunos países de Europa cuenta con una
fuerte base de seguidores.
Junto con las dos series antes mencionadas,
el famoso triunvirato de la Sunrise se completaría con Sentō Meka Zabunguru o
Xabungle del año 1982 que contaría con 50 episodios dirigidos por nadie menos
que Yoshiyuki Tomino. Al ver el vídeo del intro, si notan algo familiar con los mechas es porque los juguetes inspirados en los dos mechas principales de la serie fueron comercializados en los ochentas en Lima, claro, en versiones pirata, o como les dicen hoy en día KO.
Dougram, un anime que sería la delicia para cualquier militar
Op. de Dougram, anime cuyo argumento bebe bastante de la película "La Batalla de Argel".
Xabungle, Tomino vuelve al ataque
Sin llegar a transmitirse en el Perú y siendo un anime poco conocido inclusive en la actualidad, las figuras de acción de Xabungle fueron bien populares ya que se vendían como pan caliente en las puertas de los colegios, en mercadilos y en tiendas de importación, hoy en día son toda una rareza
MACROSS
EL FENÓMENO:
Si bien las series mencionadas en el párrafo
anterior tuvieron algo de éxito, palidecerían ante la acogida que tendría la serie Chōjikū Yōsai Makurosu, o Fortaleza Superdimensional
Macross o simplemente Macross, cuyo estreno el 03 de octubre de 1982 marcaría
un hito en la historia del anime ya que logró combinar los elementos básicos
del space opera como el drama humano, el romance, los diseños mecánicos
realistas de Shoji Kawamori, y elementos de actualidad como la música pop, todo
esto combinado con una narración que fue del agrado de las audiencias jóvenes y
de los fans de la vieja escuela que estaban esperando una serie a la altura del
original Gundam pero sin demasiada carga argumental como las series del
triunvirato de Sunrise.
El éxito de Macross fue tal que el diseño de
la nave transformable Valkyrie impuso un nuevo estándar para la perfecta
transformación que los diseñadores mecánicos estuvieron buscando y que se viera
perfecto tanto en su modo robot como vehicular.
Macross, la cual conoceríamos en nuestros lares gracias al arroz con mango llamado Robotech
Remozada versión del intro de Macross para la edición en Bluray del año 2012
Macross cruzaría el Pacífico de la mano de un
tal Carl Macek quien, esto ya es historia bastante conocida, llevaría la serie
de Shoji Kawamori a los EEUU ya que la veía como un éxito potencial para la
chibolada gringa; léase, la serie podía servir para vender mercadería a granel,
pero Macek con su productora Harmony Gold encontraría muchos baches al momento
de querer transmitir Macross en la televisión americana ya que por aquel
entonces para tener sindicación; es decir, cinco emisiones diarias, era un estándar
que la serie tuviera un mínimo de 65 episodios, Macross tenía sólo 36 por lo
que a Macek se le prendió el foco y haciendo gala de lo que por estos lares
llamamos “Talento criollo” decidió adquirirle a la compañía Tatsunoko dos
series más, nos referimos a Kikō Sōseiki Mosupīda o Genesis Climber Mospeada de
1983, y Chōjikū Kidan Sazan Kurosu del año 1984, más conocida como Southern
Cross, tres series que no tenían ninguna relación la una con la otra pero que
gracias a la magia de reescribir guiones (Sin duda el éxito de Voltron sirvió e inspiración) llegó a los EEUU bajo el nombre de
ROBOTECH, serie televisiva que se estrenaría en 1985 y que en Latinoamérica se
convertiría en un Boom, y es que, si bien muchos fans de esa serie con el tiempo se enteraron que originalmente vieron Macross con varios cambios argumentales, e inclusive llegaron a odiar a Robotech y al propio Macek, hay que reconocer que sin el sancochado que nos entregó el pobre Macek muchos de ustedes no estarían leyendo estas líneas ni yo estaría escribiéndolas.
Volviendo con Macross, la línea de juguetes
basados en esa serie resultarían ser muy populares en Japón y serían los que
meterían el bicho de la fiebre por los robots transformables desde 1982 a la
fecha.
Intro de Robotech, la serie que haría que muchos que fuimos chiquillos en los ochentas nos metiéramos de lleno al mundo del anime.
Los juguetes basados en lo mechas de Macross sentarían la base de lo que hasta nuestros días es la industria de los robots transformables, si bien Hasbro basó su línea de juguetes transformers casi en su totalidad con los modelos de Diaclone y Microchange, lograría meter a un Valkyrie Fighter para convertirlo en Starfire, o Jetfire.
Intro de Genesis Climber Mospeada
Op de Southern Cross que junto con Mospeada y Macross se convertirían en la serie Robotech
Al finalizar el artículo anterior prometí que
ya empezaría a hablar sobre los Transformers tal cual los conocemos e inclusive
los Gobots pero como verán, al entrar en los ochentas las series de robots
gigantes y transformables fueron pan de cada día, por lo
que para no extender demasiado esta entrega prometo publicar la siguiente casi de inmediato, no quiero despedirme sin agradecer a todas
las personas que a través del Facebook se tomaron la molestia de comentar y
compartir el artículo en sus respectivos muros o comunas, sus comentarios, sugerencias y
felicitaciones no hacen nada más que animarme a seguir escribiendo, para
todos ellos va dedicada esta y las próximas entradas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario