Té de Frikis es un podcast relacionado con nuestros ocios: el buen cine, la buena televisión, el buen streaming, la buena música... todo el buen ocio...
"Taki
y Mitsuha descubren un día que durante el sueño sus cuerpos se intercambian, y
comienzan a comunicarse por medio de notas. A medida que consiguen superar
torpemente un reto tras otro, se va creando entre los dos un vínculo que poco a
poco se convierte en algo más romántico. (FILMAFFINITY)"
MUSUBI/ANUDAMIENTO
El
hilo rojo del destino (赤い糸 en japonés) es un concepto muy difundido en oriente,
parece que se originó en la China como una
leyenda: “Cuyo equivalente más cercano en Occidente sería el de “las almas
gemelas”. Como tal, el hilo o cordón rojo se encuentra atado por los
dioses (e invisible a los ojos humanos) a los dedos meñique o muñecas de
dos personas, las cuales estarán destinadas a ser amantes, independientemente
de las circunstancias. Por lo tanto, el hilo rojo podrá alargarse,
enredarse o contraerse, pero nunca romperse”
¿QUIEN
ERES?
La
cinta utiliza elementos muy comunes de la cotidianidad adolescente, las redes
sociales como: Line, wassap y las
agendas personales compartidas. El manejo de los tiempos cruzados es
espectacular, la película recorre dos líneas temporales y al mismo tiempo el
compartir las personalidades de los personajes centrales; estos se cruzan con
tanta naturalidad durante el metraje que no afectan en gran medida el
seguimiento de la línea argumental si es que no eres un visor muy avispado o no
le estas prestando mucha atención a la película. Al comienzo la cinta parece llevarnos
por el camino de ciertos tópicos muy manidos del género de la fantasía, hasta
que poco a poco nos demuestran que aquello no solo se trata de ensoñación si no
de un ejercicio de scifi bastante
decente hasta llegar a un punto de complejidad donde antiguos ritos que nos
recuerdan a la preparación de la “chicha ancestral precolombina” se mezclan con
el inconmensurable influjo de un cometa. Sería imperdonable espoilear lo que sigue...
A
la mitad del metraje es donde la cinta escatima sus recursos en explicaciones y
parece que solo se preocupa en hacer más placentero el viaje y que viaje. La
película trabaja un ritmo casi perfecto (con excepción del alargamiento de
algunas escenas)
¿EL
SUCESOR DE MIYAZAKI?
Sería
injusto comparar la cinta de Makoto Shinkai con el cine del estudio Ghibli
(Miyazaki propiamente dicho) Son dos maneras de representar sus inquietudes
personales: Miyazaki tiene una preocupación por representar el mundo espiritual
y el folclore de su terruño, lo que no le impide acercarse a otras culturas con
solvencia, una fascinación por el trabajo en equipo y muy preocupado por el
tema social. Si nos remontamos al "ova" de Shinkai: “Voices of a
Distant Star” y la célebre “Viaje a Agartha” podemos apreciar una mayor preocupación
del director por los más profundos matices de las relaciones juveniles, Shinkai
entiende muy bien sus motivaciones y preocupaciones (el uso de la tecnología
como parte fundamental y la manera como estos adolescentes se comunican, es clave)
La distancia y la representación del amor que trasciende más allá del espacio,
tiempo.
SIMPLEZA
QUE SUMA
En
“Your Name” no van a encontrar cuotas de virtuosismo técnico en la animación,
no es un “Akira”, “Ghost in the Shell” ni un “Mononoke Hime”, todo lo contrario,
es de una factura sumamente modesta para los estándares cinematográficos,
compensado por un potente guion perfectamente engranado, unos personajes
correctamente perfilados, lo que resultó en convertirse en la cinta más
taquillera de Japón y recaudar casi 350 millones en Asia (Aun no se estrena en
occidente)
Es
una película dirigida a un público adolecente, pero muy bien construida, se
aparta del cliché “juvenil=mediocre” y Makoto Shinkai junto a Mamoru Osoda, Goro
Miyazaki, Mahiro Maeda, Kasuya Tsurumaki se encumbran como la nueva sangre de
directores del país nipon, recogiendo la posta que dejaron los maestros como
Miyazaki, Takahata, o el tristemente fenecido Satoshi Kon, por solo nombrar a unos cuantos.
Año: 2016
Duración: 106 min.
País: Japón
Director:
Makoto Shinkai
Guion:
Makoto Shinkai
Música:
Radwimps
Fotografía:
Animation
Reparto:
Animation
Productora:
CoMix Wave Films
Aqui les adjuntamos la dirección del podcast donde conversamos sobre esta cinta:
Así
empieza una de las cintas más interesantes que nos dejó este año a punto de
extinguirse, pero para empezar una reseña tenemos que colocarnos sobre el
lienzo en el que Nicolas Winding Refn extiende el rojo, el violeta revueltos
sobre satín y “apastelados” grumos de pintura. Los referentes de su paleta los
podemos encontrar en obras icónicas como "The Hunger" y el cine de Dario Argento,
sobre todo la “plus cuan perfección” visual de “Suspiria”.
“VENUS
ILLEGITIMA”
Jesse es la representación de la belleza en botón: la juventud, la inocencia,
en fin el arquetipo de lo sublime. Es un personaje sumamente interesante porque
está consciente del elevado poder de su esplendor, adosado a su virginal
condición. Es la Venus ilegitima, una Eva que coincide con los mortales en ese
cadalso brutal que son las pasarelas y el espectáculo, donde la crueldad
“saturnina” esta presta a devorar vivas a sus criaturas más débiles,
representadas en Jesse.
“ERES
COMIDA O ERES SEXO”
Winding Ref es tan contundente y cruel en su puesta en escena que no idealiza a
nadie, observamos a estos depredadores con las fauces babeantes y urgencias en
la entrepierna, dispuestos a beber del pistilo fulgurante en roció de la
pequeña Jesse. Pero no nos confundamos, esta no es la historia de otra “Justine”
ni otra obra inspirada en el buen Marques, nuestra heroína es tan consiente de
su belleza que en una exquisita escena, emulando curvas fractales con la más
hedonista música "techno-ochentera" (¡sí, me encanta!) observamos la asunción y la
consolidación de afrodita como representación del todo y el absoluto amor y lo
exquisito. Pero recordemos que como un perfecto clímax, esto no tendría razón
de ser sin la también peligrosa necesidad de la caída.
HACERLE
EL AMOR A LOS MUERTOS.
Los depredadores tanto arriba como abajo acechan, cuando la presa se resiste y su
destino y el hambre corroe, estos se convierten en dos cosas: Caníbales o
carroñeros, una forma de asimilar la belleza como en un antiguo aquelarre,
donde las brujas trituraban infantes hasta los huesos para luego cubrirse con
esa crema primigenia.
Al final solo algunos victimarios podrán digerir sin problemas el horror y las
consecuencias de sus actos y aquellos preparados para sobrevivir, quizás puedan
frustrar el paso a la aborrecible vejez, ya que con 21 años se es demasiado
viejo para sobrevivir entre el glamour, lo salvaje y cruel del medio.
Una maravilla de sensaciones: música, color, fotografía junto a un argumento en
apariencia muy básico pero cargado de unas lecturas intimidantes y al mismo
tiempo seductor.
Director:
Nicolas Winding Refn
Reparto:
Elle Fanning
Jena Malone
Keanu Reeves
Christina Hendricks
Bella Heathcote
Año
/ País:
2016 / Francia Francia
Título original:
The Neon Demon
Duración: 117 min.
Estreno: 25 de noviembre de 2016
Guión: Nicolas Winding Refn, Mary Laws, Polly Stenham
Música: Cliff Martinez
Fotografía: Natasha Braier
En la entrada anterior hablamos sobre lo
que podría considerarse los antecedentes históricos de lo que hoy llamamos “robots transformables” o sus representantes más famosos como los
Transformers, gobots, o inclusive los que formaron el conglomerado que se
conoció como Robotech del cual trataremos de hablar en su momento. Vimos que la
capacidad de transformarse de un objeto inanimado tiene su raigambre en el
folklore japonés y que la industria de las figuras robóticas en Japón empezó
a tener su auge luego de la dolorosa derrota tras las explosiones
atómicas de Hiroshima y Nagasaki, en la post guerra, una vez cimentado el
mercado de los robots de juguete estos personajes empezarían a formar parte de
otros medios poco a poco como son el manga y el anime, vimos como gracias a la
historieta de Tanku Tankuro tuvimos al primer robot transformable de la
historia de la cultura popular japonesa, vimos también como si bien el robot
más famoso del manga y anime japonés Tetsuwan Atom no poseía la habilidad de
transformarse, uno de sus más encarnizados rivales pudo quizás servir de
inspiración para la creación de los combiners tiempo más adelante, pues bien,
ahora continuemos siguiendo el rastro de los robots transformables a través de
la historia de la cultura popular japonesa.
LOS
ROBOTS GIGANTES APARECEN EN JAPÓN:
1956 sería testigo del nacimiento del
manga Tetsujin 28 que presentaba lo que sería el primer robot gigante de la
historia del manga y el anime posteriormente, creado por Mitsuteru Yokoyama,
Tetsujin 28 tiene algo de relación con las tiras cómicas aparecidas durante la
Segunda Guerra Mundial llamadas “El Guerrero de la Ciencia” el cual mencionamos
en la entrega pasada ya que el origen de Tetsujin 28 es revelado como un
proyecto de la Segunda Guerra Mundial, se suponía que sería el arma que le
daría la ventaja a los japoneses y sus
aliados pero la guerra acabó antes de que Tetsujin fuera completado, este
personaje presentaría una característica que sería clave en muchas historias de
robots gigantes en el futuro, el ser controlado por un humano por
medio de una caja de control o un reloj, en 1963 Tetsujin 28 se convertiría en
serie de televisión y con el paso de los años tendría varias re actualizaciones.
Tetsujin 28, el primer robot gigante en tener serie animada propia.
Opening original de Tetsujin 28
Otro robot históricamente importante aparecido
en 1965 y que, podríamos decir que se trataba de un “transformer” o algo por el
estilo fue otra creación del Osamu Tezuka, el Ambassador Magma que pasaría de
las páginas del manga a la televisión en 1966 con una serie que inclusive sería
popular en el Perú bajo el nombre de “Monstruos del Espacio”, sí, esa de los
famosos “¡Uyuyuy!” siendo esta la primera serie live action de robot vs monstruo
de la televisión, muchos me dirán “Te equivocas, la primera serie de este tipo
fue Ultraman”, Magma fue estrenado una semana antes de Ultraman. Ambassador Magma fue estrenado el 04 de junio de 1966 mientras que Ultraman vería la luz el 17 de julio de 1966.
El gigantesco robot dorado Magma tenía la
habilidad de transformarse en una especie de cohete haciéndolo extra
oficialmente el primer “transformer” de la historia, pero he ahí el detalle, la
transformación de Magma no era mecánicamente lógica y no habían indicios de
cómo la transformación funcionaba, en la serie de televisión habían primeros
planos de varias partes robóticas que eran cubiertas por la estructura del
cohete pero nunca se veía de dónde venían las partes del cohete.
La transformación de Magma de robot a cohete
era más producto de la magia que de un proceso mecánico, así que no podían hacerse juguetes del personaje que
pudiera transformarse; sin embargo, Magma técnicamente ostenta el “título
nobiliario” de ser el primer robot gigante transformable.
Manga de Ambassador Magma
Opening de Ambassador Magma o Monstruos del Espacio, lamentablemente la versión doblada en México de esta serie está perdida en el tiempo,
Otro robot que podría considerarse como
predecesor de los transformers estilo combiner, al igual que el robot ciempiés
de Astroboy fue el aparecido en la serie Ultra Seven, se trata del robot
alienígena “King Joe” que se formaba a partir de cuatro diferentes máquinas.
King Joe combatió con Ultra Seven en un episodio de dos partes llamado “El
Cuartel Ultra Va al Oeste”.
King Joe, uno de los antepasados directos de los Combiners
Ultra Seven vs King Joe, la pelea del siglo sin duda
Con el temor de desviarnos un poco del tema de
los robots transformables, creo que es conveniente mencionar a uno de los
robots gigantes que más influyeron en la cultura popular de muchos países de
Latinoamérica, me refiero a Mazinger Z del año 1972, obra del no menos conocido Go Nagai que
nos presentaba lo que es considerado por muchos el primer robot gigante mecanizado
o “Mecha”, al usar el término “Mecha” se hace referencia al robot humanoide que
no es otra cosa que un vehículo manejado por un piloto humano y que carece de
todo tipo de inteligencia, si bien para muchos los primeros robots de ese tipo
fueron Tetsujin 28 y Giant Robo estos eran controlados a distancia; por lo
tanto, la serie Mazinger Z fue la que presentó el concepto y en general el
diseño visual del hoy popular “Mecha” japonés que estaría presente en muchas
series que hasta la actualidad han influenciado en los fans del anime de
varias latitudes del mundo, esta serie (Mazinger Z) sería el punto de partida
para una larga lista de animes de robots gigantes que hasta el día de hoy
continúan produciéndose en Japón.
Mazinger Z, quizás una de las primeras series de animación del género Mecha que triunfó en países como Perú y México.
Legendario opening en español latino de Mazinger Z perteneciente a la primera parte de la serie doblada por la empresa norteamericana Cadicy International.
En 1974 Go Nagai haría nuevamente historia
dentro del género de los robots japoneses presentando al primer vehículo
robotizado combinable, Getter Robot que era formado a partir de tres vehículos
no transformables que podían combinarse de tres formas distintas. El proceso de
combinación visto en la serie nos muestra “nuevamente” a un robot que más que
transformarse de forma mecanizada sufría una metamorfosis; por lo tanto, no hubo
versiones en juguete de los vehículos de Getter Robot que pudieran combinarse
como en el anime.
Getter Robot
Opening de Getter Robot
Luego de mencionar a todos estos bichos creo
que ya es hora de entrar ahora sí de lleno al terreno de los robots
transformables propiamente dicho ya que en 1975 hace su debut a través de Asahi
TV la serie Brave Raideen y con él vino el primer robot transformable; sí, por fin se podía ver en pantalla a un robot un poco más
estilizado que sus predecesores que más parecían un balón de gas propano que
tenía una transformación de robot gigante a una especie de jet en forma de ave
llamado Godbird o Dios Ave, Raideen era la creación de una civilización
extinguida hace siglos y era un organismo vivo (a diferencia de sus
predecesores tanto en el formato de anime como de live action), pero a pesar de
estar con vida él se une con un joven humano que es capaz de pilotearlo, la
transformación de Raideen fue la primera transformación realista de robot a vehículo, y sí, en esta serie también se presentaron robots con capacidad de
combinación; uno de ellos Shargon, por mencionar un ejemplo, era la fusión de
dos robots (Condor y Shark) y entre su arsenal habían misiles en
cada ala, taladros, lanzallamas etc, sin
duda haría palidecer al propio Devastator.
La figura de acción de metal de Raideen fue
lanzada por la compañía Popy en 1975 y se convirtió en el primer juguete
transformable hecho jamás, cuando esa figura cruzó el charco importada por
Mattel a finales de los setenta sería el punto de inicio de la importación
de figuras de acción “2 en 1”.
Brave Raideen
Intro de Brave Raideen
Figura de acción de Brave Raideen, fabricado por la compañía Popy, el primer juguete de un robot transformable, que sería el primero de hasta el día de hoy un inmenso catálogo
Para finales de la década de los setenta la
televisión japonesa se vio de repente invadida de robots combinables y transformables
y otros súper bots, entre los más famosos están tres de cuatro series que vimos
en Latinoamérica gracias a la memorable “Festival de los Robots”, nos referimos
a El Vengador (Steel Jeeg - 1975), El Gladiador (Great Dragon Gaiking - 1976),
y El Supermagnetrón (Magne Robo Gakeen - 1976), otras series del género fueron las
que formaron parte de la Trilogía Robótica de Nagahama, tres series dirigidas
por Tadao Nagahama para la Toei y que la conformaban Chōdenji Robo Combattler V
(1976) Chōdenji Machine Voltes V (1977), conocida en nuestros lares como Voltus V, y Tōshō Daimos (1978). Otro anime de
robots transformables que podemos mencionar es Mirai Robo Daltanias de 1979,
serie que vimos en muchos lugares de Latinoamérica convertida en Daltanias, el
Robot del Futuro que básicamente era un combiner de tres vehículos robóticos.
Para muchos frikis tíos, el Festival de los Robots marcó el inicio de un duradero romance entre los fans y lo robots gigantes
Una serie que se quedó en el tintero pero que
no podía dejar de mencionar es UFO Senshi Dai Apolon, serie del año 1976 que
salió a la sombra de Mazinger Z y que junto con Brave Raideen y Steel Jeeg nos
mostrarían una variante del robot transformable en el que el piloto no manejaba
al mecha sino que se unía físicamente a él, en nuestros lares la serie se
conoció como Dai Apolón, el Robot del Espacio que además de sus 26 episodios
tuvo un OVA que también aterrizó por nuestras tierras bajo el peculiar nombre
de “Mundo en Sombras” que no era nada más que un resumen de la serie con el
clásico doblaje cubano hecho en Miami trabajando con un guion que se tomó (para
variar) demasiadas libertades con respecto al material original.
Intro latino de Dai Apolon, doblado por Cadicy International que al parecer tenía el monopolio de muchas series y películas de anime de los setenta, esta serie deambuló por la televisión peruana sin pena ni gloria gracias al pobre criterio de programación de la televisora que adquirió la serie y una trama algo compleja y muy dramática como para ser digerida por niños.
Intro del Ova resumen de Dai Apolon nombrado en nuestros lares como "Mundo en sombras" quienes en su época lograron encontrar esta producción en el alquiler de vhs se habrán sorprendido con ver algo de anime que por lo general en los ochentas no llegaba en grandes cantidades.
Para no olvidarnos del Live Action, el primer
robot completamente transformable presentado en la TV fue Daitetsujin 17 (1977),
serie que bebe mucho, quizás demasiado de Giant Robo y que nos presenta un
gigantesco robot de batalla comandado por un joven y cuya meta es, sí, combatir
otros robots gigantes enviados por una malvada organización cuyo fin es conquistar
el mundo, esta serie en cierta forma llegó a nuestras pantallas ya que varios
episodios fueron editados a manera de resumen para ser presentado como película
y que se propaló allá en los ochentas por el ya desaparecido canal 27 que
transmitía en la UHF, pero otra serie que presentaba un robot gigante era nada
menos ni nada más que la versión japonesa en live action de Spider Man, serie
que presentaba un altamente mecanizado Spiderman que piloteaba un robot
transformable llamado Leopardon que podía convertirse en nave espacial, ya para
el último suspiro de la década de los setenta hubo en Japón una inundación de
las ya populares series del género “Super Sentai”, series que en el futuro
vendrían a convertirse en lo Power Rangers en EEUU y que presentaban por lo
general a un robot que resultaba de la combinación de los vehículo de combate
asignado a cada joven miembro del equipo, original al 100 %, sí claro.
Intro de Daitetsujin 17 (1977)
Sería un crimen cerrar esta entrada sin
mencionar a la serie que definitivamente marcó un antes y un después en el género
de los robots gigantes y obvio, nos referimos a Mobile Suit Gundam del año
1979, serie que daría el punto de partida al que sin duda es la saga más
longeva de la historia del anime y la cual merece una entrada propia, esta
serie introduciría el sub género del “Real Robot” en oposición al género de los
super robots que hemos visto a lo largo de esta entrega. El género del “Real
Robot” se centraba en el elemento humano; esta vez, los protagonistas son loa pilotos y su entorno y el robot era más que nada una máquina de guerra producida en masa. Los robots del Gundam original no eran transformables,
pero esto cambiaría en las posteriores entregas de esa saga durante los años
ochenta y desde ya hago la promesa que una de las próximas entregas será
dedicada íntegramente a la saga creada por Yoshiyuki Tomino.
Mobile Suit Gundam, el papá del género del Mecha tal como lo conocemos hoy
Creo que con esto hemos visto gran parte de las
series tanto en animación como en Live Action en donde la historia gira en
torno a un robot transformable, en la siguiente entrega veremos que los robots
gigantes se vuelven más complejos y obvio, será el turno de entrar al escenario
para los Tranformers y los Gobots.
Es verdad, mucho se ha dicho sobre los
robots transformables, en especial, sí, de los Transformers, muchas comunas y
podcast y hasta videoblogs especializados han tratado sobre los Transformers y
en menor medida sobre los Gobots hasta la saciedad; es verdad, todo el mundo a
estas alturas sabe que los Transformers tuvieron sus meros inicios en Japón
gracias a las líneas de juguetes Diaclone y Microchange, pero bueno, eso es
historia conocida, es hora de ir un poco más atrás en el tiempo para conocer
los verdaderos inicios de esta variante de las historias de robots que tienen
la capacidad de transformarse.
Parte del catálogo de lo Car Robots de la línea Diaclone que luego serviría de inspiración para la creación de los Transformers
ORÍGENES:
Al igual que muchas culturas de la
antigüedad, el pueblo japonés consideraba el poder sobrenatural de la
transformación como parte de su herencia cultural desde tiempos inmemoriales,
la palabra japonesa “bakemono” se traduce como “algo que cambia” y es usado
para describir a un tipo de espíritu mitológico, monstruo o demonio que puede
cambiar su forma a placer. Dentro del enorme bestiario que ofrece el folklore
japonés tenemos al tsukumogami (付喪神, literalmente
“artefacto divino”) o “Espíritu de los pasados 99” que
no es otra cosa que un objeto inanimado que al alcanzar los cien años de edad
es poseído por un espíritu que puede transformarlo en un monstruo, aunque hay
quienes dicen que estos objetos al alcanzar los cien años adquieren vida propia,
esta última acepción hace referencia a los yōkai[1]. Existen
diferentes tipos de Tsukurogamis que pueden transformarse desde objetos tan
distintos como un antorchas, guitarras, abanicos o hasta juguetes mismos (¿Empiezan
a ver alguna conexión con Cybertron por aquí?), etc.
Objetos inanimados de diario uso que cobran vida luego de cien años al ser poseídos por
espíritus demoníacos y robots que se transforman en "objetos inanimados de diario uso", aquí sin duda hay una relación.
De acuerdo a Reider, “(…) el nombre “oni”
fue utilizado para la posesión sobrenatural de objetos caseros ordinarios que
adquirían vida con el paso de los años, a esto se le llama tsukumogami, los
objetos caseros abandonados que guardan rencor contra la gente.[2]
La mención a este personaje es para
enfatizar la idea de que el concepto de un objeto inanimado que se transforma
en una criatura con vida es tan antiguo como el Japón milenario.
Ya a finales del siglo XIX existían
complejos juguetes con mecanismos de reloj y maniquís hechos en Japón que eran
diseñados para parecerse a las personas tratando de imitar tareas diarias como
el servir té o disparar una flecha con el arco, es así que cuando el término
“robot” fue acuñado por primera vez en 1921 en la obra teatral de Karel Kapek
R.U.R. (Rossum's Universal Robots), la idea de mecanismos humanoides era ya un
concepto familiar en el país del sol naciente.
Primera vez que se usa el término ROBOT en la obra de teatro checa R.U.R.
Probablemente el primer “robot
disfrazado” de la cultura popular fue María, la Robot de la obra de Fritz Lang
Metrópolis de 1927. La robot es disfrazada para parecerse a la mujer humana
María quien era defensora de los trabajadores oprimidos de la ciudad futurista,
al ser reemplazada la humana por un robot malvado tenemos pues al primer
“Pretender” de la historia de los robots de la ficción.
Robot de la cinta Metrópolis
A medida que los robots crecían en
popularidad, muchas variedades de estos personajes eran incluidos en las
novelas e historias que venían en las revistas de Ciencia Ficción de los
años treinta. Es por estos años que la imagen del robot humanoide gigante se
volvería común en las portadas de las revistas de Ciencia Ficción para
posteriormente encontrar su lugar dentro de otro medio que se volvería aún más
popular, las historietas y dibujos animados de superhéroes.
Portada de la edición de enero de 1944 de Amazing Stories,
Todo un decepticon en ciernes, pero aun no.
Ilustración de un robot gigante del año 1939
Superman combatiendo robots gigantes, serie animada de 1940
Ahora bien, de vuelta a Japón, porque se
supone que la historia de los robots transformables está más que atada al país
del sol naciente, en el año 1934 vio la luz el primer robot que podía cambiar
de forma, o al menos algo por el estilo, esto se dio en una sencilla tira
cómica llamada Tanku Tankuro, creado por Gajo Sakamoto. Tanku era un gracioso y
pequeño robot samurái con un cuerpo de metal redondo (Algo así como el
bisabuelo de Cosmos), con varios hoyos en su cuerpo, Tanku era capaz de sacar
varias armas y extender alas y rotores de manera que podría volar. Sin importar
las herramientas que Tanku pudiera sacar de su cuerpo esférico, la cabeza
humanoide sonriente siempre permanecía en la parte superior.
De acuerdo a la página Lambiek, “El
cómic reflejaba el clima de guerra del Japón de aquel entonces – en las
historias de Tanku Tankuro, este era usado como un instrumento de guerra para
la armada japonea.”[3]
Tanku Tankuro, la primera aparición de un robot transformable
en la historieta japonesa
La primera aparición de lo que podría
ser el primer paso en la evolución de lo que conoceríamos con el tiempo como el
tradicional robot gigante japonés fue vista en una tira cómica de la revista
política de la época de la guerra de 1943 titulada “El guerrero de la ciencia
aparece en Nueva York”. La Segunda Guerra Mundial no estaba caminando bien para
los japoneses y la idea de un robot gigante que pudiera destruir Nueva York
debe haber sido algo más que un hermoso sueño.
“El guerrero de la ciencia aparece en Nueva York”
El Japón de la Post Guerra sería testigo
del boom de la industria de la fabricación de juguetes y, como era de
esperarse, lo robots se convirtieron en uno de los productos bandera, a finales
de los cuarenta e inicios de los cincuenta se empezaron a comercializar robots de
juguete hechos de metal.
“(...) la verdadera influencia de los
robots modernos son los juguetes del Japón de la postguerra. Japón se estaba
reconstruyendo con el apoyo de los Estados Unidos. Es ahí donde nace un bien
establecido negocio de los juguetes de metal que si bien tuvo sus inicios antes
de la guerra continuó en auge luego del término de la misma.
La bomba atómica tuvo un gran impacto en
el marketeo y el empaque de los robots japoneses de la postguerra. Era la historia
de una super potencia tecnológicamente avanzada que destruía a otra. Ese tema se trasladó a los juguetes espaciales y robots. Si se
ven algunos de los empaques de los robots de aquel entonces se podrá apreciar
robots pisoteando ciudades y sembrando destrucción por donde van, esa fue una
especie de metáfora sobre la destrucción causada por las bombas.”[4]
Lilliput fue el primer robot de metal fabricado
en el Japón de post guerra.
Precisamente, los inicios de los
cincuenta coincidiría con la aparición de quizás uno de los robots más
populares que pudo haber parido el Japón, nos referimos a Tetsuwan Atom, más
conocido en nuestros lares como Astroboy, salido del lápiz del maestro Osamu
Tezuka, Astroboy llegaría a convertirse en una animación popular en los años
sesenta que sentaría las bases para lo que hoy conocemos como ANIME. Si bien
Astroboy no podía transformarse ni era un robot gigante, un par de monstruos
robot que combatió poseían habilidades que años después serían vistas por cierto
tipo de Transformers conocido como “Combiners”, este es el caso del famoso
robot ciempiés que podía separarse en varias pequeñas partes robóticas para
poder recombinarse.
Sin embargo, los primeros “robots
gigantes” aún están por aparecer al igual que los robots que podían
transformarse, como podrá verse de la lectura de esta primera nota que más que
nada es una introducción, los robots vistos en las figuras de acción de la
compañía Takara o similares y posteriormente mutadas en los Transformers han
tenido inicios que van más allá del “more tan meets the eye”.
Continuará...
[1]Fantasmas
o monstruos en occidente. Pueden tener formas semi humanas.
[2]
REIDER Noriko T. Tradiciones Demoniacas Japonesas, Demonios de la antigüedad hasta
la actualidad. 2010. EEUU. Universidad de Utah. Pag. 57
[3]
Dossier de Gajo Sakamoto. Disponible en: https://www.lambiek.net/artists/s/sakamoto_gajo.htm
[4]
Entrevista a Justin Pinchot para la página de Collectors Weekly. Disponible en http://www.collectorsweekly.com/articles/attack-of-the-vintage-toy-robots-justin-pinchot-on-japans-coolest-postwar-export/